Prof. Javier Gómez Zapiain

La dictadura dejó como legado un páramo desolado de derechos y libertades fundamentales. La incipiente democracia imperfecta abre tímidamente cauces  para la recuperación.  En este contexto aparece EFIGENIO.  Decidido y valiente funda el Instituto de Ciencias Sexológicas estableciendo un puente entre los nuevos tiempos posfranquistas y la tradición sexológica de la República que, a su vez, se fundamentaba en las corrientes científicas sexológicas europeas  que brotaban en torno a la Escuela de Berlín, la cual estableció los principios básicos de la sexología moderna.

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EFIGENIO se convirtió en referencia para todos los que estábamos interesados en el desarrollo del conocimiento del hecho sexual humano. Su tenacidad, su entusiasmo, su trabajo ha facilitado la formación de varias generaciones de profesionales. Aquella fuente que brotaba del manantial se ha convertido en un gran caudal que se expresa en investigación, publicaciones, propuestas de intervención, programas, consultas, servicios. También lo hace en sistemas de formación especialmente los másteres y otras formaciones de posgrado.

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La figura de EFIGENIO es irrepetible. Su bonhomía, su capacidad de escucha, su modo peculiar de comunicarse han hecho de él una persona entrañable que, sin duda, deja un gran vacío.

 

Gracias EFIGENIO